domingo, 31 de octubre de 2010

Vivir a flor de piel ...

Vivir por el placer de vivir, amar por el placer de amar. Guardar bajo la almohada los buenos momentos para cuando se me vayan. Guardar bajo la manga el As de improvisar mientras improviso. Doblar la esquina cuando debo ir recto. Cambiar de rumbo a mi antojo. Tirar los relojes y perder el tiempo viviendo. Dar besos sólo cuando me apetece. Vivir la vida a mi manera. Volar a ras de suelo. Tejer música con el silencio. Vestirme con la desnudez. Mirar con descaro a los ojos. Chupar la tapita del yogurt. Enamorarme muy lentamente, igual que todo. Saltarme normas. Oler la piel de un bebé. Dos abuelos de la mano. Tener mis momentos a solas. Para pensar. Para dejar la mente el blanco. Para reírme como una lunática. A solas.
Creer que cuando sueñas con alguien, esa persona se durmió pensando en ti. Dejar una rosa de papel en todas las cafeterías a las que voy. Escuchar una guitarra y derrar los ojos. Que se me pongan los pelos de punta y disfrutarlo. Despertarme los domingos con el olor del café en la cocina y dar 2 o 3 vueltas más en la cama. Remolonear, ¡ eso es !.  El colacao de antes de dormir. El mar. El canto del mar. El frío en la punta de la nariz. Mano fría con mano caliente.    



Que me llamen loca ....


                                                                   

Lucía

viernes, 29 de octubre de 2010

Llueve

Ha empezado a llover. Con ganas. Millones de gotitas en la ventada de mi habitación. Me encanta. ¡ Qué típico!
Adoro que llueva, pero odio que se me mojen las manos.
Todo está relacionado no creéis? Quiero tenerlo todo controlado, mis manos aguantan el paragüas para mantenerme seca, ellas mandan... No se pueden mojar, estarían haciéndolo horas con impotencia por no poder moverse.
Quisiera ser más clara con esta historieta, que es real como la vida misma, pero prefiero que os exprimais un poco el coco.
Me vuelve loca la lluvia, más o menos igual que la luna, soy cáncer. Soltaría el paraguas y me encharcaría de pies a cabeza y gritaría, bailaría ... pero con las manos metidas en el bolsillo.
Recuerdo a alguien ( quién se dará por aludido si lee esto) que me decía siempre que mi estado de ánimo estaba muy relacionado con el tiempo.

Ha empezado a llover ...

No necesito otra mano dentro de mi bolsillo que alimente mi miedo a sentir el "agua".

Ya me he sacudido varias gotitas, que aunque preciosas, se atrevieron a mojarme sin preguntar antes si tenía miedo ...

Que siga lloviendo ... algún día sacaré las manos del bolsillo, pero por ahora no ...

Lo siento